miércoles, 21 de marzo de 2012

Asì la energìa circula

Crecer implica trascender las propias limitaciones yendo primero hacia las raìces, hacia el centro mismo de nuestro ser para luego crecer hacia afuera con fuerza. El dolor….
nos hace crecer porque nos conecta con rapidez a ese centro, en el cual no nos tenemos que quedar demasiado tiempo, ya que el aprendizaje logrado tiene que derivar en sanaciòn, y eso a su vez tiene que verse manifestado en nuestra vida, aplicado en nuestra vida.
Con cada acontecimiento doloroso que nos impacta, ya sea en nuestra propia vida o proveniente de las noticias, nos tiene que dejar en silencio por un rato, el justo y necesario para aprovechar la energìa de la introspecciòn y luego salir con fuerza hacia fuera, sin quedarnos varados en esa playa.
Ahì viene la segunda parte, que se refiere a la sanaciòn, y es ahì donde mandamos reiki a distancia a la situaciòn que nos hace sufrir, nos organizamos con otros para hacerlo, o tendemos la mano fìsica a quien lo necesita, ponemos en marcha la energìa del dolor y la trasmutamos en ayuda, asì la energìa circula.
Ahora, màs importante aun, es cerrar el cìrculo, e ir un poco màs allà, que no nos quedemos en ese punto tampoco, que sigamos un paso màs adelante, hacia aplicar todas las reflexiones y energìas que se pusieron en movimiento, en nuestra vida.
Sin descuidar con la meta del servicio, la vivencia propia, el crecer personal, la responsabilidad individual con la propia vida. El dolor debe reciclarse en sanaciòn y èsta en impulso vital que realimente el circuito de la vida.
Desde ese lugar ponemos nuestra energìa y nuestra experiencia de vida al servicio de los demàs para este y todos los tiempos. “Nada para mi que no sea tambièn para los demàs”.

Escrito por Caludio Marquez

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